TIENES DERECHO... PERO NO DEBES.

Tenemos derecho a enfadarnos, pero no debemos pisotear la dignidad del otro, no sentir celos del triunfo de los demás ni desear el mal, caer, pero no debemos quedar tirados, fracasar, pero no debemos sentirnos derrotados, equivocarte, pero no debes sentir lástima de ti mismo, regañar a tus hijos, pero no debes romper sus ilusiones, tener un mal día, pero no debes permitir que se convierta en costumbre, tomar una mala decisión, pero no debes quedarte estacionado en ese momento, ser feliz, pero no debes olvidar ser agradecido, pensar en el futuro, pero no debes olvidar el presente, buscar tu superación, pero no debes olvidar tus valores, triunfar, pero no debe ser a costa de otros. 
Tienes derecho a vivir en paz, pero no debes confundir ese derecho con ser mediocre o conformista. 
A vivir en la opulencia, pero no debes olvidar compartir con los menos afortunados, a desanimarte, pero no debes perder la esperanza, a la justicia, pero no debes confundirla con la venganza, violentarte, pero no debes dejar de ser cortes, a un mañana mejor, pero no debes cimentarlo en un hoy  fraudulento, ser positivo, pero no debes ser arrogante. 
A soñar y enseñar a otros a soñar. 
De ahí en adelante haz comenzado a forjar tu futuro.