15 de noviembre de 2011

SIENTO QUE NO PUEDO.

Siento que no puedo entregar más que lo he dado, ahora nos vemos enfrentados en una situación que considero como extrema... que me hiere en lo más profundo de mis sentimientos, de mi mente y de mi corazón, me cuestiono hasta el límite. 
¿Cuál pudo ser el error y por qué ocurrió? Nada es hecho para molestar, de eso no hay duda y todos queremos lo mejor para todos. 
Solo desearía liberarme del dolor... una sensación de angustia e impotencia inunda mi interior, no sé cómo decir que la vida continúa, que siempre es posible transformar el sufrimiento en felicidad, que es humano cometer errores y darnos la oportunidad de ayudarnos a cambiar nuestros males y aflicciones, aprender a perdonar y recordar las cosas buenas de todas las personas y nos ayude a recuperar el sentido de nuestras vidas y a reencontrar la verdad que transformará la causa de nuestros sufrimientos en mayor fortaleza y en el motivo principal de nuestra felicidad futura. 
En nuestras vidas todos pasamos por momentos de dificultad que parecen interminables, pero que sólo lo parecen... este sentimiento nace de una realidad que a todos nos pertenece y nos supera. 
Es un lazo que nos ata en silencio como si no deseara interponerse en nuestras decisiones ni en nuestras vidas personales, pero que desea recordarnos que existe y que nos ofrece la posibilidad permanente de apoyarnos en ella. 
Sobre todo cuando los eventuales vientos se presentan en nuestro existir, que nos impulsan a dejarnos llevar por nuevos caminos... en el continuo caminar hacia nuestros verdaderas e íntimas aspiraciones. 
Un lazo que no ata y que no limita ¡Un lazo que libera! 
Produciendo esas ráfagas de angustia e incertidumbre, que arrastran a la desesperanza, con sus cambiantes direcciones y que son capaces de confundirnos hasta el extremo de hacernos perder el sentido de la orientación, como tratando de que nosotros olvidemos quiénes somos y cómo somos realmente!!! 
Quiero hablar de tantas cosas valiosas que tenemos en común, sobre muchas de las cuales nunca hemos dialogado lo suficiente, porque pocas veces nos dimos el tiempo para detenernos en nuestras vidas, para observarlas y comentarlas. Una nueva circunstancia de reforzar esos lazos y de comprendernos mejor en el libre uso de la libertad y los personales deseos para llegar a ser quien uno desea ser y de ayuda mutua, pero no es fácil aceptar el precio que todos debemos pagar, porque siempre es un alto precio, pase lo que pase ahora o en el futuro, quiero que sepan que siempre estaré junto a ustedes y los llevo muy dentro de mi corazón. 
Pueden contar conmigo porque los amo y jamás deseo estar ausente de sus vidas. 
A veces es bueno que alguien les recuerde que mientras dispongamos de vida nuevas oportunidades existirán, esperare. 
En ciertos momentos cuando soplan esos vientos que complican nuestras existencias, es posible que en medio del ruido, de la lucha entre los sentimientos nos olvidemos de lo que realmente tenemos y somos cada uno de nosotros, sin darnos cuenta nos sumergimos en las profundidades de la angustia, la frustración, la decepción y la desesperanza.
Tanto que actuamos olvidando que la realidad nos ofrece siempre nuevas y variadas oportunidades.
El dolor y el sufrimiento sólo nos permiten crecer.
De este modo el dolor y el sufrimiento siempre son una oportunidad para seguir siendo personas, a pesar de mi edad, también tengo que seguir creciendo, para volver a encontrarnos... para hallar el camino del amor verdadero, existe siempre la oportunidad de dar mucho... de dar lo mejor de nosotros y también a los demás. 
Son aunque parezca increíble ¡una oportunidad para llegar a ser más felices! 
Pero la felicidad real se obtiene luego de un largo aprendizaje, durante el cual todos debemos superar muchos errores. 
Para quien busca la felicidad los errores jamás serán un final... ellos pueden ser una fuente de valiosas experiencias y cuando decidamos transformar los errores en experiencias, los estaremos convirtiendo en nuestras mayores fortalezas, aunque ahora no lo podamos creer... aunque no lo veamos ni lo comprendamos, tenemos mucho más de lo que podamos siquiera llegar a imaginar, el que en ocasiones no se vean, no significa que ésa sea nuestra realidad, porque nuestra existencia no se limita a lo que nuestros sentidos puedan entregar, ellos con frecuencia nos ayudan mucho, pero a veces también cometemos errores sin querer, sin lastimar, sin mortificar a nadie. 
Mis más valiosas posesiones son mis íntimas pertenencias, ésas que se encuentran protegidas y resguardadas en mí ser, muy en mi interior en ese lugar tan personal que se llama corazón y sentimientos. 
Gratitud es aceptar que difícilmente advertiremos que todo lo bueno lo debemos a la vida y a las personas que la conforman, con frecuencia nos cuesta comprender, ustedes también están atados  por un lazo de amor invisible a través del cual pueden sentirlo con sus manos permanentemente extendidas, tratando de alcanzar para dar amor y ayudar a superar cualquier dificultad con su ayuda. 
Me sentiré una mujer activa, integrante de una familia sin límites ni tamaño, de una familia sin tiempo... porque te muestra el camino hacia tu verdadera familia y hacia vuestra verdadera felicidad, ya que nadie es perfecto y todos cometemos faltas. 
Quizás... como en tantas ocasiones pasadas, también puedan ayudar a transformar el sufrimiento en felicidad, seguiremos para adelante con estoicismo. E
n la superación de las mayores dificultades debemos ver las grandes oportunidades, superando con esfuerzo y constancia los grandes y pequeños conflictos, pero siempre ajenos a la voluntad, nos transformaremos en una personas cada vez más completas y más humanas y quizás... cada vez más comprendidas, si alguna vez sienten que los vientos inesperados de la adversidad se están llevando nuestras fuerzas y empiezan a invadirnos sentimientos de incertidumbre los invito a entregarnos en una actitud pasiva y resignada...  pensemos en este vinculo y ¡no continuemos pensando en los errores!
Y si aún no están convencidos porque no desean tomar mis manos extendidas... es ahora el principio para ser felices todos.  
Ese es mi gran deseo.  
Agosto del 2008.

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