14 de noviembre de 2011

VIDA EXISTENCIAL.

No debes de ocasionar malestar a tus hijos, trata siempre en que te sea posible apoyarlos y que se desarrollen con normalidad; tal vez equivoquen caminos, siempre debemos de estar dispuestos aceptar los cambios, ellos también tienen sus etapas existenciales, búsqueda de ellos mismos, tienen todo el derecho de desarrollarse plenamente, tenemos que abrir nuestros ojos a la luz,  ya que cada uno de nuestros hijos tiene luz propia.
Nada puede ser retenido por la fuerza. 
Cuándo nuestros hijos toman la decisión de vivir solos, es como que nos invade una oscuridad, pero poco a poco, todo se va volviendo blanco y trasparente, ojalá que ellos nunca se sientan débiles.
Siempre debemos de tener luz e intuición para ir descubriendo sus deseos.
Mi único deseo es que cuando tomen ese riesgo y encuentren esa senda, que ellos mismos se alumbren con luz propia su huella y su sendero, en el pecho de una madre siempre late nuestro corazón y en cada uno de nuestros latidos están ellos, te contagian con su juventud de alma joven, es necesaria para la vida de los padres, solo enseñarles que respeten a su padre y a su madre, que recuerden que por ellos han nacido, eso es lo primordial.
Solo de esa manera recibirán la alegría de sus hijos cuándo los tengan.
La maldición, no puede ni debe salir de la boca de los hijos, pues destruye los cimientos, no se alegren nunca de la humillación; pues no hay deshonra más grande que una madre o un padre despreciado y repudiado.
Cuiden a sus padres mientras vivan, no les causen tristezas, no los desprecien, lo que los hijos hagan con los padres, jamás será olvidado, los hijos son carne de nuestra carne y huesos de nuestros huesos, nuestros hijos son esas flores que se van abriendo a la vida, llevan en sus caras rasgos de nuestros rostros, movimientos de nuestros gestos y en vuestras voces, lo que vuestros padres fueron.
Siempre los reconoceremos como espejos de nuestras almas, los padres sufren cuando tienen que desprenderse de sus hijos, para que así cada uno siga el camino de su propia realización y felicidad.
Que ese camino sea siempre el mejor, todos deseamos vivir a plenitud nuestras vidas y también los hijos tienen todo el derecho, cuándo se sientan que quieren buscar otros rumbos de realización, háganlo, busquen siempre una vida serena, placida y apacible. 
Dejen tras de ustedes una estela luminosa de una existencia generosa y trasparente, sin enconos ni rencores, cuándo son talentosos, inteligentes y responsables, todo les ira de lo mejor.
Conviertan sus trabajos en semilla fecunda, que se deja arrojar al viento sin medidas, así lograran una vida fructífera.
Cuando lleguen a esa culminación, ojala también puedan decir que han vivido como han deseado vivir. 
Noviembre de 1,998.

No hay comentarios:

Publicar un comentario