14 de noviembre de 2011

GEORGE SAND A SU HIJO.

El matrimonio sin amor.
Son las galeras a la perpetuidad.
Hace largo tiempo te lo oí decir: Que no te creías capaz de amar siempre y que no respondías de tu fidelidad en el matrimonio.
No te cases con esas ideas, pues te harán cornudo y lo habrás merecido, tendrás a tu lado o bien una víctima embrutecida o bien una fiera celosa o bien una engañada a la que despreciaras.
Cuando uno ama, está persuadido de que será fiel.
Puede que uno se equivoque, pero lo cree, lo jura de buena fe y se es feliz.
Sí el amor exclusivo no es posible para toda la vida.
Lo que no está probado, que al menos haya una serie de años hermosos en que se le crea posible.
El día en que te vea seguro de ti mismo, estaré tranquila.


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