14 de noviembre de 2011

GEORGE SAND. AURORA DUPIN.

¿Que no te preocupe mi tristeza? Es profunda, incurable, pero tengo fuerza para soportarla y no la tienes tú, para curarla.
No te hablare más de eso.
Apenas si lo comprenderías, pues el mundo ha abierto entre nosotros un abismo.
Los intereses terrenales han hecho de ti un ser determinado, el asco y el horror han hecho de mí un ser diferente.
Y sin embargo hay un mundo invisible, desconocido en el que los dos formamos un solo ser.
Yo no te he amado a causa del amor que tuviste por mí.
Otros me amaron más, sin hacerme siquiera levantar los ojos... Ni a causa de las bellas cosas que sabes decir a las mujeres, he encontrado a otros hombres más elocuentes, que ni siquiera distrajeron mis oídos, ni porque contara yo con la felicidad o con la gloria o siquiera con el afecto. 
Desprecio los falsos bienes y al darme a ti, sabía que el torrente del mundo nos separaría siempre.
Sabía que los ambiciosos, solo aman una hora al día.
Te he amado porque me gustas, porque ningún otro puede gustarme, tienes vicios que yo no tengo, pues jamás has gobernado tus pasiones.
Te sé todo entero, pues somos uno. Y tú eres la mitad de mí ser.


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