He
vivido y sigo viviendo, voy conociendo día a día algo del mundo y de los seres
que lo habitan, tal vez anteriormente viví condenada por ese extraño destino...
Que solo hace conocer el amor en el matrimonio y no fue lo que realmente
espere, no encontré la mitad de mi ser.
Polos
opuestos no se atraen en el ámbito humano.
Decidí
vivir tranquila al lado de mis hijos.
Me
costó mucho adaptarme, aprender a salir sola, pero escape de esa presión en la
cual viví muchos años, en ese trascurso de vida es donde nunca fui autentica.
La
armonía interior es un privilegio, hallas salidas constructivas y no
destructivas.
Yo las
encontré en mi decisión de divorcio.
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