16 de noviembre de 2011

TRISTES.

Si estás pasando por momentos difíciles, debemos de buscar atención, para  no entristecer a nuestros hijos.
Los hijos distinguen mucho más de lo que los adultos pensamos.
Es falso que logremos engañarlos
diciéndoles que sollozamos porque picamos cebolla o nos duele la cabeza.
A los hijos no hay que engañarlos, porque ellos sufren al advertirnos apenadas.

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