14 de noviembre de 2011

AMIGAS.

No es necesario conocerse por mucho tiempo, la transparencia y lealtad la descubrí desde el principio, son sinceras y transparentes y deposite en ellas plena confianza, que perdurara estoy segura por siempre.
Me reciben siempre con una gran sonrisa, me aceptan tal cual soy, no pretenden modificarme, creen en mí y tienen fe en la verdadera amistad. ¿Qué importante es saber que puedo contar siempre y en cada momento con ellas? Que sin envidia reconocen mis valores, siempre hay en ellas una palabra de elogio, de estimulación, de mucha entrega total y ternura.
Su ayuda es desinteresada, jamás abusan de la bondad.
Con sus sabios ejemplos de vida, aprendemos mucho de ellas, cultivando diariamente a construir la vida y pulir la personalidad y el mejoramiento diario es un ejemplo a seguir, gozamos de la alegría y llena nuestros corazones de paz, armonía y contentamiento.
Hoy en estos tiempos tan difíciles, en el cual ser humano vive...Encuentro en ellas la conciliación, equilibrio y quietud, se dan cuenta cuando uno está caído y cuando deseas un apoyo y comprensión.
Tratan siempre de conocer las dificultades de la vida solo  para ayudarte, las que con sus cuidados y finas atenciones, disminuyen el dolor de la verdadera amistad, siempre están dispuestas a perdonar con generosidad.
Olvidando cualquier ofensa, ellas ven siempre las virtudes en sus amigas.
Nos aceptamos con alegrías, debilidades y luchas, yo tuve la gran suerte de encontrarlas y descubrirlas.
Ojalá  tenga siempre la dicha de conservarlas.


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