14 de noviembre de 2011

LAMENTABLEMENTE.

Lamentablemente eso que llamamos dialogo ya casi no existe, está siendo devorado por el exceso de trabajo, tragado por el apuro, enterrado por la televisión.
El drama de esta época radica creo yo, que se nos está haciendo creer que multiplicando nuestras necesidades materiales, multiplicaremos nuestra felicidad.
Disfruten de las pequeñas cosas, tal vez algún día vuelvan la vista atrás y se den cuenta de que eran las cosas grandes.
No importa cuán dura sea la vida, ni si pasa rápido.
Lo importante es saber qué hacemos con ella.
La felicidad no está en las cosas, está en nosotros mismos.


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