HONREN.

Honren la dignidad de mi persona por encima de mi fragilidad y limitaciones. 
Ayúdenme con su amor respetuoso con toda vuestra inteligencia y fuerzas.

Cuídenme como quisieran ser ustedes atendidos, háganse defensores de mis derechos, para que sean siempre reconocidos y respetados.

Eviten toda negligencia que pueda prolongar mi enfermedad si ya no tiene cura y tengo ya mi etapa de vida concluida.

No me reduzcan a un número, ficha o historia clínica.

No me limiten a una vivencia puramente superficial.

No permitan nunca que entre hermanos la ambición los manche, compartan conmigo lo que les sea posible, mis angustias, sufrimientos y desprendimientos de esta vida.

Aunque no puedan quitarme el dolor, no lo prolonguen por favor, solo acompáñenme. 
Necesito de vuestro gesto humano, eso es lo único que pido.

Háganme sentir alguien y no algo.

Si sucede que tengo que despedirme de esta vida, solo deseo pasar a la eternidad en paz.