15 de noviembre de 2011

LA AGRESIVIDAD.

Hay que enseñar a nuestros hijos frenar la agresividad desde pequeños, hay que empezar a poner límites claros con un rotundo. 
No y no permitirles de ninguna manera que den rienda suelta a los golpes y que prosigan en su intento de golpear, aunque nuestros hijos no tengan intenciones de golpearnos o hacernos daño, deben comenzar a aprender que tales comportamientos no son adecuados y no deben de ser aceptados por los adultos. 
Hay que corregir esa conducta siempre dándoles una explicación sencilla y concisa, no se debe de esperar que el niño tenga tres o cuatro años para explicarles, los niños entienden aunque sean pequeños, no esperen que sea tarde, los hijos deben de asimilar la idea de lo que significa respetar físicamente a los demás, nuestros hijos están en crecimiento, está en una constante batalla, entre sus impulsos y su capacidad para controlarlos.
Somos los padres, los abuelos y los familiares los que debemos de desempeñar un papel mediador, enseñando las formas de canalizar estos impulsos y la mejor manera de expresar que no son buenas estas agresiones. 
Mientras más pequeños mejor, será una forma más fácil que hagamos madurar y moldear sus conductas.


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