15 de noviembre de 2011

ESQUEMAS... DIPLOMACIA.

El ser humano se vale de muchas diplomacias para lograr la estabilidad y el conocimiento de pertenencia que tanto idealiza, desea seguir creando modos de vida, constantemente tratamos de dar una resolución lógica al tiempo y a todo lo que nos envuelve.
Gran parte de las pretensiones que nos forjamos en nuestra vida y que muchas veces nos obligan a actuar de esa forma, son parte de los esquemas educativos, que nos han enseñado a ejercitar, pero que tal vez, estos no pertenecen a nuestro ser y a nuestra postura.
Esos esquemas se contraponen a nuestras aspiraciones y anhelos, pero no nos atrevemos a destrozarlos.
Cuando tenemos pareja, rebuscamos que él se adapte lo más posible a nuestra condición de vida, cuando esto es alcanzado, nos sentimos satisfechos. 
También nos olvidamos que somos simples mortales, tal vez muchas veces disconformes por naturaleza, llenos de insuficiencias en la vida, tarde o temprano todo cambia, los esquemas son limitados, imperfectos, nos auxilian a crecer en algunos aspectos y a reprimir en otros, dentro de ese método no abarca la posibilidad de concebir que también haya cambios de los cuales tenemos que estar capacitados a acceder.
El divorcio, la viudez, la enfermedad, la muerte.
Que incluye a toda la familia.
La vejez, que es difícil de resistir cuando existen carencias afectivas y financieras. 
Los accidentes imprevisibles, la incomunicación, que es una penosa realidad, todo eso amenaza la seguridad del ser humano, en esos momentos es donde uno anhela sentirse apuntalado y entendido... solo para continuar viviendo. 
Disfruta de las diminutas cosas, porque tal vez un día vuelvas la vista atrás y te des cuenta, de que eran las cosas magnánimas, la felicidad o la adversidad de la ancianidad, no es frecuentemente otra cosa que la consecuencia de nuestra vida pasada, no concierne cuan dura sea tu vida, ni cuan apresurado haya pasado.
Lo trascendental es saber que forjarte con ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario