EL PERDON.

El resentimiento carcome nuestras entrañas, yo no soy rencorosa, mi alma siempre desea estar en paz, mi resentimiento desaparece de inmediato, trato de tener aceptación y tolerancia hasta cierto límite.
El perdón, es el antídoto amoroso contra el odio. 
El perdón tiene que ser analizado, trato de balancear las circunstancias que me lastimaron y confrontarlas con el cariño que he recibido de esa persona. 
Eso me da calma y tranquilidad, yo sé que perdonar es brindar a esa persona, una oportunidad de vivir la vida en armonía.