17 de noviembre de 2011

TUS TREINTA AÑOS.

Hoy que es el día de tu cumpleaños, me hubiera gustado regalarte el mundo entero, pero como no es posible.
Los regalados en estos momentos, somos tu familia y tus amigos.
En primer lugar, tienes la felicidad de compartir tu vida con tu admirada esposa y mi preciosa nieta.
En estos treinta años de vida...  nos has entregado tu noble corazón a cada uno de nosotros, los que te acompañan hoy y también  los que no están presentes, tu padre y tu hermanita menor.
Agradezco a la vida, el precioso regalo de tener un hijo como tú.
Un regalo que siempre has sabido compartir con optimismo y alegría, para con todos los que te rodean.
Siempre has demostrado a todos un secreto, no hacer siempre lo que se quiere, sino, querer siempre lo que se hace.
Ese eres tú querido hijo.
Tu vida hasta hoy es simplemente un reflejo de tus acciones.
Das una sonrisa y una cara alegre a todos.
Estoy segura que la vida te dará de regreso, exactamente lo que tú has entregado.
Ese es mi mayor deseo.
Muchas personas entraran y saldrán de tu vida, pero solo los verdaderos amigos como los que hoy te acompañan, dejarán huellas en tu corazón.
Y sé, que serán muchos...
Eres y serás un noble sembrador de amistad y unión, el cual  hace crecer a toda tu familia y amigos sentimientos de aprecio, lucha, fortaleza y autenticidad.
Tus sinceras expresiones, están siempre latentes para con todos los que quieres y estimas.
Hoy te deseo toda la felicidad del mundo, pues como empecé, no te la puedo regalar.
Pero sí, deseártela.
Eres el mejor esposo, hijo, nieto, hermano, primo y amigo extraordinario e incondicional.
Y por ser tal como eres, te deseo hoy y siempre mucha felicidad para ti y tu hermosa familia.
Realmente te quiero y admiro mucho... Tu madre. 
12 de Febrero del 2,000.


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