Tenemos que aprender a respetar
las ideas de los demás, también
entender las circunstancias que llevan a las personas a actuar de formas que
tal vez no comprendemos, recordando que cada persona es un mundo.
Una sonrisa vale más que nada en la
vida y lo más bonito es que no cuesta nada y está al alcance de todos nosotros.
Dicen que una sonrisa cuesta menos
que la electricidad, pero crea más luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario