14 de noviembre de 2011

INCOMPATIBLES.

Mi relación matrimonial la viví siempre en soledad, con temores, angustias y zozobras.
A pesar de mi tristeza, me enamore del padre de mis hijos y ellos se convirtieron en mi única compañía.
Pero para amarse y llevar una buena relación es menester tener principios semejantes, gustos afines y mucho respeto a nuestra pareja y también admiración.
Polos opuestos no se atraen en el ámbito humano. 
Polos iguales sí.
Es allí, donde encontramos la estabilidad.
¡Si amas perdona, si no amas, olvida!


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