Muchos adultos se sienten resentidos y sin autoestima, por los roles que sus padres les
impusieron desde pequeños.
Si no quieren que sus hijos queden marcados.
No los clasifiquen.
Los hijos evolucionan en su propio camino.
Admiren su conducta sin catalogarla.
Animen los intereses de sus hijos.
Cada uno tiene que resplandecer en su área y nunca competir con
ellos.
Los hijos no nacen desobedientes, los padres deben de establecer límites y
ayudar a sus hijos a perfeccionar su comportamiento y actitud.
Si uno de mis hijos es rotulado de manera negativa, eso puede
afectar su desarrollo durante toda su vida.
Uno tiene que amar a sus hijos, por lo que son y no por lo que
aspiramos que sean.
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