EL ABRAZO.

Es la forma más pura de demostrar afecto y cariño.

Alivia el dolor, la depresión, la ansiedad, la tensión.

Acrecienta en el ser humano, la voluntad de vivir y seguir adelante.

Hace que veamos con mejores ojos nuestra persona y todo nuestro entorno.

Tiene siempre un efecto positivo en el desarrollo del lenguaje y  en el coeficiente intelectual de los niños.

Provoca alteraciones positivas fisiológicamente, a  quien abrazas  y  quien te abraza.

Afirmas con el abrazo que somos seres humanos, crea lazos de amor entre las personas y la familia, hoy tan separada.

Rompe barreras emocionales.

A través del abrazo, llenamos los vacíos de la vida.

Se hacen mucho más felices los días de nuestro diario vivir.

Trasmitimos con ellos salud y seguridad.

Tenemos que aprender a abrazar.

El abrazo trasmite siempre mensajes.

Te apoyo, cuenta conmigo, comparto tu dolor, comparto tu alegría, te deseo suerte, buen viaje, te quiero, te amo, eres importante para mí.

Cualquier lugar es bueno para darse un abrazo.

Siempre y cuando, aprendamos a tener el corazón abierto y sincero. Si no, de nada vale.

Hay siempre tiempo para aprender a abrazar.