Hay que evitar disputas, gritos y contrariedades frente a ellos.
No manipular a los hijos hablando mal del padre.
Evitar que los familiares intervengan, es una decisión personal
de cada uno.
Que el padre asuma las necesidades de los chicos.
Informarles a los hijos sin falsedades, los motivos del
divorcio.
Siempre que tengan contacto físico con su padre.
Jamás prohibirle la visita.
Darle plena autonomía para que vean al padre, esté cerca o
lejos.
Salgan con él, vayan a visitarlo, sin horarios rigurosos.
No acapares como madre,
la atención y el cariño de tus hijos.
Cuando el padre se encuentre con ellos, tiene todo el derecho de
contentarlos y amarlos a su modo.
Ser prudentes y considerados.
Si el padre o la madre, establecen una nueva relación, no aleccionar a los hijos
a despreciarla.
Siempre hay que dar confianza a nuestros hijos.
Por encima de todo lo que haya sucedido entre sus padres y a pesar de los desacuerdos que hayan pasado,
tanto padre y madre... siempre los amarán intensamente.
Mi divorcio.
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