17 de noviembre de 2011

UNIÓN.

Casarse es aceptarse mutuamente.
Unirse al otro en lo físico, en lo sensible  y en lo espiritual.
No se puede jugar a ser ángel o bestia.
Hay que ser hombre digno para ser útil.
Hay que saber respetar en nosotros la jerarquía de nuestro ser.
Sí nuestro hogar  no está sólidamente establecido, ni rectamente equilibrado, no funcionará.
Unir  nuestras almas, es comunicarnos confidencialmente con nuestras ideas, reacciones, impresiones, dudas,  arrepentimientos, proyectos, sueños, alegrías, desánimos.
Todo nuestro mundo interior evolucionará.
No trampees con el otro ni contigo  misma.
Si permaneces cerrado en ti mismo,  no podrás amar.
Si quieres amar, tienes que aceptar tu transformación.


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